En la época de nuestros padres y abuelos no había ni señas de la era digital y lo más avanzado de la época eran los famosos disquetes. En la actualidad, en cada casa conservamos un montón de álbumes llenos de toda una vida de recuerdos, recuerdos que con el tiempo se han ido deteriorando y que si no hacemos algo al respecto, para un par de años más solo existirán en la memoria de las antiguas generaciones. Si quieres que estas memorias sean eternas, debes escanear y digitalizar las fotos.
El paso a la inmortalidad
Escanear fotografías antiguas en casa es muy sencillo, solo necesitas un escáner decente como el Epson FastFoto FF-680W; sin embargo, como profesionales en el área, te recomendamos ir con expertos. La razón de esta propuesta es muy sencilla: invertir en un escáner de calidad intermedia para solo hacer este procedimiento, es un malgasto de dinero, además, si las fotos tienen un tiempo considerable, el deterioro de estas no pasará desapercibido, por lo que será necesario restaurarlas.
En la mano de expertos: no basta con ser inmortales, si lo vamos a hacer, hay que hacerlo bien
Apartando el hecho del posible deterioro físico (manchas, grietas o rotos), las fotos de las generaciones anteriores no tenían la resolución y nitidez que tenemos ahora, por ello, será necesario hacer retoques de color, brillo, contraste, temperatura y saturación, así mismo, será necesario corregir la resolución de la imagen para que al momento de archivar esta se vea lo más clara posible.
Aprendiendo a ser inmortales en casa
Existe la opción de digitalizar en casa, sí y solo sí, las fotos que quieres inmortalizar tienen una calidad presentable y no están deterioradas.
Puedes hacerlo sencillo, rápido y sin costo alguno de inversión con las siguientes aplicaciones: la primera es el escáner FotoScan de nuestro siempre confiable Google, en segundo lugar, Adobe Scan con varias herramientas de edición y en tercer lugar, Photo Negative que contiene varias opciones de retoque.
Bien en casa, bien con expertos, las fotografías a digital abren la posibilidad de una vida de recuerdos perdurable en el tiempo.