Lo primero que hay que hacer es revisar las diapositivas y eliminar de ellas cualquier rastro de suciedad o polvo que pudiera haber. Para ello simplemente se necesitará un paño de microfibra y un poco de alcohol puro. Una vez hecho esto, lo más sencillo será escanearlas en un escáner de superficie plana. Aunque hay que tener en cuenta que es necesario usar un difusor que garantice que la luz se distribuya de manera uniforme. De esta manera se conseguirá una captura de la diapositiva de calidad. Otro método muy sencillo es usar un proyector de diapositivas. Para conseguir unos resultados óptimos será necesario bajar las persianas y apagar las luces. En completa oscuridad se debe fotografiar la imagen proyectada con ayuda de una cámara digital.
Un duplicador de diapositivas es otra opción. Si cuentas con una cámara DSLR podrás montar uno en ella y fotografiar tus diapositivas antiguas. Se trata de un dispositivo que viene con una ranura en la que se colocan las diapositivas. Una vez están enfocadas, se puede conseguir una copia de alta definición de la imagen. Ni siquiera va a ser necesario tomar una foto. Si la DSLR tiene salida de vídeo, se puede utilizar el dispositivo como si fuera un visor de diapositivas a través de la televisión o del ordenador.
Pero para asegurarte una correcta digitalización de tus diapositivas, es mejor que recurras a los servicios de profesionales en este sector. En Globamatic contamos con 10 años de experiencia en el mundo de la tecnología y ya son miles de clientes satisfechos los que nos avalan nuestro trabajo. Realizamos pedidos con portes gratuitos por toda la península y ofrecemos garantía total de satisfacción. Por eso, si no quieres tirar tus diapositivas, digitalizarlas es la mejor decisión que puedes tomar para poder volver a disfrutar de esas imágenes antiguas que ya ni recordabas.