Cualquier aficionado a las películas, tanto en su vertiente cinematográfica como en el campo de la grabación de cintas domésticas, estará familiarizado con el cine Super 8. Este formato tan recordado fue, en su día, capaz de marcar un antes y un después en el campo de las películas caseras. No en vano, algunos directores de cine muy importantes comenzaron a hacer sus pinitos con este tipo de cámara.
El mundo de las películas ha cambiado mucho con los años, en gran medida por la llegada de las nuevas tecnologías. No obstante, y gracias a que es sencillo encontrar profesionales capaces de llevar a cabo un proceso digitalización de calidad, todavía hay quien emplea películas Super-8. ¿Quieres saber más? Hagamos un repaso de la historia de los formatos de película.
Formatos de película analógicos
Antes de la llegada de internet, o de que fuera normal tener un ordenador en casa, la gente ya usaba cámaras para realizar sus grabaciones. Tanto a nivel casero como profesional, son varios los formatos que han destacado.
Super-8
El conocido como Super-8 es un formato cinematográfico que emplea una película de 8 milímetros de ancho, lo que le da su nombre. Nació a mediados de los 60 y estaba destinado al uso doméstico. No obstante, su popularidad no tardó en elevar al formato de categoría; de hecho, en la actualidad todavía es utilizado por directores de cortometrajes con el objetivo de lograr una estética distinta en sus grabaciones.
El Super-8 contó con varios subformatos, como el Doble Super-8 o el Single 8. No obstante, durante los años 80 la irrupción de las cintas magnéticas provocó un declive temporal para este formato.
35 mm
Aunque es muy anterior al Super-8, nació en 1892 de la mano de William Dickson y del mismísimo Thomas Edison. Se trata de un formato que ha sabido mantenerse prácticamente sin cambios durante mucho tiempo. También es conocido como paso universal, ya que fue la película más empleada en todo tipo de cámaras. Era muy polivalente, pues podía ser usado a nivel de aficionado, pero también para aplicaciones profesionales. Hasta 2005 fue el formato más empleado en el cine.