La emblemática marca estadounidense de videoclubs Blockbuster fue fundada en el año 1985 por David Cook. Esta franquicia especializada en alquilar películas y videojuegos de manera física no comenzó con este tipo de servicios. Los orígenes de Blockbuster se centraron en el desarrollo de software para compañías del sector petrolero en Texas, EE.UU.
La caída del sector petrolero en la zona, obligó a Blockbuster a reinventarse. A partir de la creación de una base de títulos comenzaron con la aventura del alquiler de cine doméstico. Esto les catapultaría hacia una época de expansión y cambio en los años venideros.
El primer videoclub conocido de Blockbuster fue inaugurado en la ciudad de Dallas el día 19 de octubre del año 1985. En él se encontraron inicialmente un total de 6.500 películas que estaban en alquiler para todo el público. Uno de sus ganchos frente al resto de videoclubs, fue el ofrecer alquileres de mayor duración para los socios, así como la posibilidad de llevarse varias cintas de una sola vez.
Tantas referencias había que saber organizarlas de la manera más precisa posible. Cantidades, cuándo serían devueltas y cuáles estaban a disposición del cliente o cuándo lo estarían fueron algo que también les diferenció de la competencia. Dada su experiencia en el desarrollo de software, el sistema de stock de Blockbuster era tan efectivo, que se convirtió en una de las bases que todos los establecimientos tendrían. Este sistema actuaba como lo hace actualmente un CRM o una plataforma de consumo de películas y series digitales como Netflix, HBO o Amazon: detectaba los gustos y preferencias de los usuarios, de forma que pudiese predecir los gustos de los socios. Esto actualmente es algo que consideramos habitual, sin embargo, en la década de los 80 todavía se encontraba por evolucionar.
La expansión de Blockbuster
Antes de finalizar 1987 la franquicia ya contaba con 15 tiendas propias y una suma de 20 establecimientos franquiciados. Esta suma supuso una rápida expansión tanto a nivel económico como a nivel terrestre. La cadena se encontraba presente en una gran cantidad de ciudades ofreciendo sus servicios de manera activa al público.
En el año 1987, el fundador David Cook vendió un porcentaje mayoritario de la empresa al grupo liderado por la figura de Wayne Huizenga. Wayne trazó una estrategia de marketing muy agresiva con la cual consiguió impulsar la marca. Realizó un gran número de acuerdos con productoras de cine y organizó un nuevo sistema de distribución para los comercios asociados. En 1990 se habían llegado a superar el millar de tiendas abiertas y tener presencia en otros continentes como Europa o América del Sur.
Con ese avance y la rentabilidad que generaba, era cuestión de tiempo que recibiera ofertas de compra. La empresa Viacom compró Blockbuster en 1994 por una suma superior a los 7.700 millones de dólares americanos. Esta empresa tuvo la oportunidad de trabajar codo con codo con Wayne Huizenga, sin embargo, hubo enfrentamientos ya que Viacom quería manejar la empresa completamente por independiente. Las acciones que llegaron a costar hasta 55 dólares cada una, acabaron perdiendo valor debido a una expansión demasiado rápida y sin control, sumado a las nuevas estrategias de ventas que no funcionaron como se esperaba.
La desaparición de Blockbuster
En el año 1997, cerca del 2000 ya, Blockbuster aún controlaba el 25 por ciento de lo que se consideraba como el negocio mundial de los videoclubs y alquiler de videojuegos. El año 2004 fue el comienzo de la caída de este tipo de negocios, por la piratería y el avance de la tecnología, así como la aparición de plataformas digitales de cine a la carta o la TV por cable. Aunque no lo creamos, Blockbuster tuvo la oportunidad de comprar Netflix en el 2000, pero la dejó escapar pensando que no sería un negocio rentable.
En el año 2011, la empresa sería absorbida por la empresa “Dish Network” tras 10 años en caída libre. Desde el año 2000, los números fueron cada vez peores hasta que prácticamente desaparecieron del mapa. Dish Network tenía grandes planes para la marca Blockbuster, sin embargo, en el 2013 se tuvo que anunciar la quiebra de la empresa permitiendo a algunos franquiciados continuar explotando sus negocios utilizando todavía la marca “Blockbuster”. En julio de 2018, el último videoclub Blockbuster todavía seguía abierto en la ciudad de Bend, en Oregón, pero su cometido era diferente. Lo habían convertido en una atracción turística y era completamente independiente a la marca final que compró la empresa.